Como ya lo había externado en este blog, desde siempre me ha gustado la mitología de Star Wars. No soy de esos fans que consumen y se creen expertos en todo lo que Lucasfilm lanza al mercado cada 2 segundos, ni tampoco pertenezco al grupo donde se arrancan las vestiduras por los cambios y sacrilegios que ha cometido el mismísimo sensei Lucas en su obra. Simplemente me gusta mucho el espectáculo visual que hay en pantalla en esa galaxia muy, muy lejana...
Por tanto, estoy consciente de que la nueva trilogía no fue diseñada para mí y la generación que creció que la anterior, donde el héroe era Luke Skywalker. Por supuesto que la vi y tuve mis momentos de desilusión. Con cada película que se estrenaba uno guardaba la esperanza de que la siguiente iba a ser la efectiva, y aunque el episodio III es emocionante, esta nunca llegó.
De todos esos personajes nuevos, los que más me intrigaban eran los Clone Troopers, ya que durante años me pregunté como podrían ser las mentadas Guerras Clónicas (ahora más conocidas como Guerras de los Clones) que obi Wan le mencionó al joven Luke y a la audiencia. Nunca me imagine que el nombre seria dado gracias a un ejército de clones, que supuestamente estaban del lado de los Jedis y no contra ellos (si, después la situación cambia).
Su apariencia, mezcla de los ya conocidos Stormtroopers y Jango Fett (de quien salieron los clones) me agrada bastante. Pero sin embargo, en el cine no los vimos hacer nada. Si acaso, eran buenos soldados a secas, que solo se la pasan recibiendo ordenes de todo mundo, de quien fuera. Hasta Padmé los manda. ¡Solo faltaba que C-3Po los dirigiera chingao!
Así que todo quedo en mero aprecio estético. Hasta la semana pasada. Vi un capitulo de la serie animada Clone Wars (la cual me da franca flojera, y se me hace una forma descarada de exprimirle más leche a la vaca galáctica), donde los protagonistas eran precisamente los clones. No Jedis, ni villanos súper poderosos. En esa historia los droides horribles de la federación tomaban el planeta Camino -lugar donde están los laboratorios que continúan clonando soldados para el ejército de la República- y son los Clone Troopers los que tienen que defender el lugar. Que diferencia de soldados me mostraron aquí. Sin nadie que los mande, sabemos que ellos mismos pueden razonar lo peligrosa que podría ser la situación, pueden crear planes de ataque, presentan todo un código de conducta militar, tienen libre albedrío y hasta bromean entre ellos. En pocas palabras, de ser esos personajes planos que solo servían para hacer montón, pasaron a ser personajes tridimensionales con un trasfondo.
Al final, Camino se pierde, pero no por haber sido derrotados los clones, sino porque también conocen el sacrificio y el honor en el campo de batalla. Y no toman prisioneros.
Me sorprendió ese capitulo. Espere que hubiera más de ese tipo, pero no ha pasado.He visto desde entonces unos 4 capítulos más, que francamente no termino de ver. Antes de la mitad me parecieron bastante aburridos y predecibles. Enfocados al público infantil.
Lucas se ha reivindicado conmigo en cuantos a estos clones guerreros. Ahora solo falta que me explique como estas tropas bien organizadas se convirtieron en los pelmazos sin puntería de los episodio IV, V y VI llamados Stormtroopers.
viernes, marzo 20, 2009
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1 comentario:
Creo que (como dices )cuando kamino es destruido ( eso ceo yo) como ya no hay clones se dedicaron al reclutar a cuanto individuo de l universo quiso, y por eso como no tenian entrenamiento por eso de la punteria.
atte wako
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