¡Ya me tienen hasta la madre!

En fechas recientes, una criatura de este mundo capitalista ha ido escalando posiciones en mi top ten de seres odiados para coronarse como campeón. Me refiero al ejecutivo de ventas que te ofrece una linea de crédito por teléfono. Desde hace un par de semanas las llamadas son constantes, ya sean para mi o para mi hermano. Ya han llamado de Banorte, Santander y de Banamex. Y no solo una vez... no... ¡Me han tocado dos llamadas del mismo banco en el mismo día! Sin importar que los mandes al demonio, dos días después un nuevo monito/a del banco te vuelve a marcar. Y son desesperantes. Yo entiendo que parte de su salario es la comisión de esa venta. Pero es tanto el empeño de los tipos que aunque les dices no estar interesado en la tarjeta, te insisten en que les des las razones de por que no la aceptas. ¡Ah chinga, ahora resulta que yo me tengo que justificar ante ellos! Y lo malo de trabajar desde casa, es que aunque conteste el teléfono (porque el identificador los registra como telefono publico) y finja ser otra persona, trataran de venderme el servicio igual. ¡Malditos!