The Fanboy Returns

Hace dos sábados, fui junto con un puñado de amigos, a conocer una nueva tienda de comics en la zona Rosa, la curiosidad y el interés nos llevo a ello (curiosidad por saber quien en sus cabales abre una nueva tienda como tal e interés porque el dueño de la tienda rifaría un tomo Absolut -tan exquisito y caro como el vodka del mismo nombre- de Watchmen), en donde habría una charla en la inevitable polémica de los fanboys: "X" vs "Y".

Siempre nos encanta enfrentar algunos gustos, aunque sean dispares a veces: ¿Que es mejor? ¿Star Wars o Star Trek? ¿El Señor de los anillos o Harry Potter? ¿Los originales o los remakes? ¿Batman o Superman? Bueno en esta ultima es obvio que Batman es la riata. Asi que no hay polémica.

En aquella Charla-mesa redonda-enfrentamiento, el tema abordado fue MARVEL vs DC. Pros y contras tiene cada editorial, pero fue una apasionada y acalorada platica entre verdaderos amantes de los comics. Como hace años no veía o era parte de algo así.

Y me hizo recordar aquellos años mosos en el CCH, donde el eje central de las platicas con los amigos eran precisamente las novedades de comics. Eran tiempos inocentes. Ahora lo hacemos como críticos en medios como blogs, programas de radio por Internet y revistas, y no es lo mismo.

Ahora ya no compro tantos comics como antes. De hecho muy rara vez. En parte gracias al CBR, o los comics digitales de descarga. Si algún titulo me da curiosidad lo bajo y le hecho un ojo. Muy pocos me atraen para seguir dándoles continuidad o para ir al Comicastle a comprarlos. ¿Editorial Vid? ¡Guacala! ¿Marvel/Televisa? Han sacado cosas buenas, pero están saturando el mercado. Y no todo lo que publican es digno. Sí, mamón me leeré. Pero ese es el punto. A lo que voy, con los años uno se vuelve tan selectivo en las historietas como en todo lo demás. Ya no compro un titulo porque sea de tal o cual personaje. Uno aprende a valorar las tramas y darles su justo peso. Así como volverse seguidor de un escritor interesante por encima del dibujante de moda.

Paradójicamente buscamos historias rebuscadas o con tintes novedosos, pero al mismo tiempo pegamos el grito si alguno de nuestro héroes reaccionan diferente o actúan de un modo que nos hace decir "Eso nunca lo haría". En esa charla, una de las conclusiones que se quiso llegar fue que los tiempos cambian. Pero en realidad, los que cambiamos somos nosotros. Entonces ¿por que no dejar que aquellos personajes de nuestra infancia, también evolucionen?

Si, fue una tarde nostálgica, donde el dueño de la tienda se mocho con un pastel y Coca Cola para hombres. Nada de mariconadas como zero o light. Y ese Watchmen no quedo en la familia, ni modo. De puro coraje me compre una ganga, que no pude resistir: